APLATANAMIENTO 🥱
Un atleta puede describir sentirse fatigado tanto físicamente como mentalmente "gastado". Puede sentir que se ha recuperado adecuadamente desde una perspectiva física, sin embargo, debido al estrés, los viajes o la carga cognitiva (largas jornadas de trabajo, familia, ir corriendo a hacer la compra, una mala noche de verano, lidiar con un jefe loco, problemas con los compañeros...), siente que no se ha recuperado mentalmente.
Se ha demostrado que la fatiga mental en sí misma afecta aspectos del rendimiento del ejercicio. Sin embargo, a pesar de percibir que la fatiga mental tiene un impacto negativo, os deportistas entrenados pueden ser más resistentes a la fatiga mental debido a la experiencia y/o al nivel de entrenamiento. Cuanto más interiorizado tengas tu deporte o tu actividad, menos recursos mentales tendrás que poner en el asador. Depender menos de la mente y seguir la inercia de tu físico, vaya.
Con fatiga mental las tienes todas en tu contra para no desempeñar bien tu deporte, no solo por una reducción del rendimiento físico, sino también como resultado del cambio en la técnica, la toma de decisiones y la ejecución táctica y de habilidades.
Por todo ello es razonable incorporar el manejo de la fatiga mental dentro de la ecuación que supone una planificación de entrenamiento.
¿CÓMO LA ACTIVIDAD COGNITIVA AFECTA A LA ACTIVIDAD DEL RESTO DE SISTEMAS?
Por ejemplo, estamos en pañales investigando los mecanismos que relacionan la fatiga mental con la creatina [link], la glucosa y varios otros neurotransmisores, que también pueden desempeñar un papel. Prometedor.
CONSIDERA TU ESTADO MENTAL PARA AJUSTAR TU CARGA FÍSICA
Exámenes, viajes, sentimiento de soledad, jornadas de trabajo agotadoras, insatisfacción personal o periodos de mucho estrés influyen directamente en la calidad de tu entrenamiento. Por ello, no es tontería monitorear las consecuencias de todas estas experiencias a través de una evaluación de la fatiga mental a la hora de periodizar y planificar el entrenamiento.
Creo que la herramienta más integradora de estos dos elementos (estado mental y físico) es la escala de esfuerzo percibido o RPE. Quizás en estos contextos será mejor enfocar el entrenamiento en base a esta escala que añadir un estrés más: el cumplir con el tiempo/ritmo/velocidad/pulso que marque el reloj.
Como la investigación sobre la fatiga mental es mínima, sabemos muy poco sobre los mecanismos subyacentes de este tipo de fatiga y también sobre la mejor forma de recuperarse cuando está mentalmente fatigado.
🤯 Muchas VARIABLES AFECTAN a que un cuerpo cumpla con un estímulo pautado: inmunológicas, físicas, psicológicas, fisiológicas y emocionales.👤 Tus CONDICIONES INTERNAS pueden hacerte superar o no los datos físicos del entrenamiento pautadoEn tiempos de CRISIS, usa la RPE 🚥 pic.twitter.com/OwxYffbFpP— CORRENDORFINAS (@Correndorfinas) September 1, 2020
Algunas sugerencias e hipótesis basadas en la nutrición para reducir de manera aguda la fatiga mental de la literatura incluyen: cafeína, un enjuague bucal con cafeína-maltodextrina, suplementación con creatina y administración de glucosa.
Incluir dentro del plan el monitoreo del sueño y la educación para mejorar el sueño, administrar los horarios de viaje, minimizar el uso de luces azules en la noche, así como experimentar con estrategias de relajación, pueden ser formas útiles de recuperarse de altos niveles de fatiga mental y, en última instancia, mejorar el rendimiento.
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