Obsesión por el peso...
Es frecuente que en el mundo de deportes de RESISTENCIA haya cierta OBSESIÓN por el PESO que nos marca la báscula.
Vemos a los africanos, a much@s deportistas de élite y asociamos mentalmente que consiguiendo su físico seremos como ellos. Cuanto menos peso, más ligereza, más peso pluma... ¿más rápido y mejor? Sí, pero NO.
PESO ESTÉTICO vs PESO ÓPTIMO
El peso que muchos consideran el ideal estético no tiene por qué coincidir necesariamente con el peso óptimo para rendir.
Es importante enfocarse en un objetivo. Quien mucho abarca, poco aprieta. Si tu rendimiento es la prioridad y tu objetivo principal, debes olvidarte de la báscula y centrarte en tus sensaciones, tus marcas, tus tiempos, tus entrenamientos... datos que verdaderamente mostrarán una tendencia positiva o negativa en tu desempeño deportivo. Llegados a cierto punto, los kg de la báscula debes quitarlos de esta ecuación.
La filosofía de restricción tan común en este mundo (pocas kcal, pocos HdC, ayunos desmedidos, ketonterías...) merma la calidad del entrenamiento y ralentiza las adaptaciones de éste. No es el principal objetivo.
[✋] El peso debe ser una CONSECUENCIA de entrenar a tu 100 %, no un número a perseguir.
DIETA vs ENTRENAMIENTO: La falsa dicotomía 👥
Obsesionarse por cálculos alimentarios y llevar a rajatabla las kcal con macronutrientes es otra forma de sabotear el rendimiento.
Dar más importancia a la dieta que al entrenamiento es un error. No estoy diciendo que una buena dieta no sea importante. Es vital para tu salud.
Digamos que el salto de calidad corre a cargo del entrenamiento y la calidad de tu salud corre a cargo de la dieta. Salud y rendimiento son inseparables. Por norma general, más rendimiento implica más salud, pero más salud no implica más rendimiento si no se entrena.
El entrenamiento es la base. No hay tutía.
Debes pensar en la dieta como una herramienta de ENERGÍA INTELIGENTE, es decir, como materia prima al servicio de las demandas del ejercicio.
Analizar las rutas metabólicas implicadas y consumidas durante el entrenamiento será clave para buscar sinergia con la dieta a la hora de conseguir adaptaciones. Aportar al cuerpo lo que has consumido. Es la mejor forma de optimizar tu dieta para el rendimiento. Esto implica variabilidad y flexibilidad, no la rigidez que te puede dar un enfoque de restricción para lograr una estética.
Así adecuar la nutrición peri-entreno implica un patrón de nutrientes para sinergias en adaptaciones [link].
No sólo hay que tener en cuenta qué comer en función de lo que has gastado con el entrenamiento. También puedes comer en función de lo que vayas a gastar. El estado previo de estatus nutricional es lo que condiciona el entrenamiento. Se puede estar en ayunas y hacer un entreno glucolítico habiendo hecho los deberes en la última ingesta a este entrenamiento [📅].
RESUMEN
- Diseñar la pauta de entrenamiento PRIMERO, luego DIETA accesoria y a los pies del entrenamiento. Entrenar es la oportunidad de la consecución de adaptaciones, no la dieta.
- Si quieres adaptar ciertamente tu dieta para objetivos estéticos que sea lejos del peri-entrenamiento. Las comidas alrededor de éste son clave.
- El peso ideal es una consecuencia de entrenar con rendimiento. Un deportista en forma está en el peso on point. La forma le sigue a la función.
¡Salud y Endorfinas! 🏃🏻♂️
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